Sí, esa soy yo. Y por eso me encantaría ayudarte con ese blog, esa web que acabas de estrenar y que todavía no dice ni mu, una landing page -página de aterrizaje- ‘impaciente’ de texto o esas redes sociales que necesitan contenido. ¿Es tu caso?

Si es así, perfecto. Puede que éste sea el principio de una bonita relación laboral. De modo que léeme un poco más.

Me llamo Ana Durá y llevo metida en el fregado de los textos un tiempo.

De hecho, he redactado para empresas del calado de Thyssenkrupp Encasa, préstamos urgentes Cashper, NIVEA, Viajes Rumbo, Coinc, Seguros Reale, Mutua Madrileña, Aelca, Clínica Baviera y apuestas BWIN, entre otras.

También he catado las trincheras de las agencias de noticias como EFE Madrid o Valencia. 

Mi trabajo consta, asimismo, en medios como El confidencial o el Diario As (portal Showroom). Puedes consultar aquí mismo todos mis artículos periodísticos (más de 300).

Soy bastante cabezota con mis textos y hasta que no se encuentran en perfecto estado de revista no los mando a guerrear a internet. También tengo una vena correctora, pulida en Cálamo & Cran, y un master en Periodismo de Agencia impartido por la Universidad Rey Juan Carlos I (URJC) y la Agencia EFE. Por lo tanto, a estas instituciones debo mis primeras incursiones por los reinos de la palabra escrita.  Aunque supongo que mi iniciación en la escritura corre a cargo de los libros. Imposible no reconocerles su parte de culpa.

En cuanto a mi trabajo, soy creativa cuando toca y formalísima siempre que la ocasión lo merece. Cumplo a rajatabla los plazos de entrega, los deadlines o como queráis llamarlos.

También soy versátil y tras el pertinente atracón de documentación, acometo todo tipo de textos. Aunque es cierto que en algunas temáticas me desenvuelvo mejor que en otras.

Por supuesto, amo mi lengua y la trato con respeto. Por lo tanto, redacto contenidos de forma cuidadosa y cuando me surgen dudas -incluso a don Fernando Lázaro Carreter le podía pasar- acudo a la FUNDÉU y al diccionario a resolverlas. Para eso están estos faros lingüísticos, ¿verdad? Para colmo, a Google le gustan muy poco las faltas de ortografía.

De hecho, un buen conocimiento de la lengua puntúa en los mundos de internet. Puedes leer un artículo mío al respecto en el blog de la agencia de marketing online Websa100.